Capitulo 4.

29.06.2013 16:41

CAPÍTULO 3:

10 de Septiembre, 21:30 p.m.

Suena la alarma de mi móvil y cuando voy a desconectarla veo que tengo whatsapp de 2 contactos y el grupo de mis amigos.

Miro el primero que era de Paula.

-¿Donde andas? Te hablaba para decirte que si querias que me arreglase en tu casa contigo y asi nos vamos juntas al piso de Dario.

-Estaba durmiendo por eso no te he contestado antes, lo siento. Vale, Elena también viene a arreglarse aquí. A las 10 y media nos vemos.

Compruebo que el siguiente mensaje era de Diego, uno de los amigos de mi hermano.

-Hola, ¿sabes donde está tu hermano?

-No. Si viene le aviso que estabas preguntando por él.

-Ok.

A Diego lo conozco desde que tengo uso de razón, tiene la edad de mi hermano y la verdad que no es que tenga mucha relación con él pero me resulta simpático y atractivo. Nada más.

Miro los mensajes del grupo y han quedado a las 11 en el piso de Dario para beber antes de ir a las discotecas. Miro el reloj y son las 21:40 p.m y aún no se que voy a ponerme esta noche. Abro el armario y me decido por un vestido celeste ajustado de encaje.

Me dirijó al cuarto de baño y antes de entrar saludo a mis padres, cierro la puerta, pongo “Melendi” en el móvil y me meto en la ducha.

Tras ducharme y vestirme voy para mi habitación y pongo el móvil a cargar y espero a que mi madre me llame para comer.

Las 22:20 p.m y empiezo a comer, hoy cenaré espaguettis con tomate, una de mis comidas preferidas. Termino, recojo la mesa y me dirijo a mi cuarto, me han hablado de nuevo dos contactos. Esta vez, Elena y Dario.

Elena: - Voy a ir ya para tu casa ¿vale? Que me aburro y ya estoy lista.

-Ok.

Miro el whatsapp de Dario.

-¡Tengo ganas de fiesta!

-Jaja, así me gusta, hoy tendremos que bailar nuestros bailes ¿no?

-Por supuesto, ¿acaso lo dudas?

-No, no, pero yo te aviso por si acaso.

*emoticono guiño*

Sonrio y cojo mis pinturas y las coloco sobre mi cama. Saco mis tacones marrones y preparo el bolso. Hoy estoy extremadamente feliz y eso me encanta, hacia tiempo que no estaba así.

Llaman a la puerta de mi habitación y entra Elena con un vestido de flores y sus espartos de estampados.

 

10 Septiembre, 22:35 p.m.

Por fin llegó Paula. Lleva un vestido negro con la espalda fuera.

-¿Donde vas tan guapa ? ¿Vas buscando guerra? - dije riéndome.

-Que tonta eres..

-Lo sé – contesté tras guiñarle un ojo- venga vamos a pintarnos que si no vamos a llegar tarde y luego me echan la culpa a mi.

Nos fuimos pintando una a una y por último, Elena se echó un poco de brillo en los labios.

-Vamonos chicas. Adiós, mamá, me voy, si ves a César dile que Diego preguntó antes por él.

Llegamos al piso justo a tiempo, aún faltaban Carla, Jimena, Inés y Merche.

Entramos dentro, colocamos las botellas en la encimera y metimos los hielos en el congelador. Nos saludamos todos con besos y abrazos y nos sentamos. Al poco tiempo, llegaron las que faltaban pero me dí cuenta de que Pedro no estaba.

-Oye, ¿Y Pedro? ¿Donde está?

-Me dijo antes que no podía salir porque tenía que quedarse en casa – me resolvió la duda Claudia.

-Ah, vale, que pena.. Tenía ganas de verlo.

Acto seguido, fuimos echandonos los cubatas, yo opté por el whisky, Elena Carla y Jimena por el vozka, Antonio por la ginebra y los demás por el ron. Dario puso en su portátil música y algunos nos animamos a bailar. Al rato, ya habiamos bebido un par de cubatas cada uno y alguno que otro ya estaba un poco contento.

-Eh, chicos, os quiero mucho.

-Claudia, ¿Ya estas borracha? - pregunté.

-¿Yo? Que va, solo estoy contenta.

-Ya, ya.. - contestó Aroa.

Todos empezamos a reirnos y a hablar de todo un poco. La noche había empezado muy bien .

11 Septiembre, 1:00 a.m.

-Vamonos ya ¿no? Que tengo ganas de bailar en algun pub – dijo Dario.

Todos estabamos de acuerdo, recogimos los vasos y las botellas y nos fuimos en busca de algun sitio donde hubiera gente.

Llegamos a un pub que la música nos gustaba y algunos se sentaron en las sillas y los demás fuimos a pedir algo para beber.

-Hola, 4 cubatas de ron y 1 de whisky, por favor.

-Marchando.

Inés, Aroa, Paula, Claudia y yo esperamos a que nos trajera las bebidas y cuando volvió el camarero a donde estabamos nosotras nos preguntó que si queriamos chupitos que invitaba la casa. Dijimos que si y que nos diese diez chupitos de vozka caramelo.

-¡Chicos, venid que vamos a hacer una ronda de chupitos! - grité.

Se acercaron todos y exclamó Paula.

-¡Por la tonta de Alba que se nos está haciendo mayor!

-¡Para arriba, para abajo, para el centro y para dentro! - gritamos todos.

Bebimos el chupito de un trago y algunos pusieron cara de estar muy fuerte el vozka. Nos reimos, dejamos los vasos en la barra y nos pusimos a bailar todos en la pista. Dario me miró y me indicó que hiciesemos algún baile sin sentido y le seguí el juego. Todos nos animaban y no parabamos de reir.

Al rato, entraron en el local un grupo de cinco chicos, cuatro morenos y uno rubio.

-Alba, Paula, Aroa mirad que pivones acaban de entrar- nos indicó Claudia.

-¿Te ha gustado el rubio, no?

-¡Sí!

De repente, empezaron a mirarnos y Claudia sonriendoles. Se llevaron así un rato hasta que decidieron venir a saludarnos, el rubio se acercó a Claudia y le dió dos besos y se pusieron a bailar juntos. Los demas estuvieron hablando con nosotras, había uno de ellos monísimo pero la verdad es que no me apetecía intentar nada con él, prefería estar con mis amigos de buen rollo.

Uno de los chicos me señaló hacia Claudia y el chaval y ví que se estaban besando.

-Anda que la tonta no pierde el tiempo – dije riéndome a Paula y Aroa.

-¡Y que lo digas! - contestó Paula.

Nos unimos a los demás y seguimos bailando.

11 de Septiembre, 4:00 a.m.

Ya solo quedabamos Claudia, Dario, Paula, Aroa, Antonio, Inés y yo. Los demás se habían ido porque estaban cansados y nosotros queriamos seguir de fiesta. El pub cerraba a las 4:30 a.m y las que seguíamos allí querian irse también. Así que avisamos a Claudia de que nos ibamos y se despidió del rubio.

Al alejarnos del pub, la curiosidad nos estaba matando y tuvimos que preguntarle.

-¿Qué tal con ese? Que no sueltas prenda.

-Besaba bien pero solo ha sido una noche asi que nada.

Todos nos reimos y seguimos caminando. Se fueron iendo y ya solo quedabamos Antonio y yo, su padre lo recogería en mi casa asi que nos dirigimos hacia mi portón. No había hablado con él en toda la noche y eso era extraño entre nosotros.

-¿Que tal lo has pasado esta noche?

-Muy bien, la verdad, y ¿tu qué?¿No te ha gustado ninguna chica del pub?

-No. Tampoco iba con intención de ligar esta noche, no me apetece.

-Ah, vale.

Silencio.

Le miro, nos sonreimos y de nuevo, otro silencio. Ya estaba un poco incómoda y le saqué el tema de Claudia y el chaval con el que se besó. Estuvimos hablando unos diez minutos en mi portón y llegó el padre en el coche. Le dí un beso en la mejilla y subí las escaleras. Abrí la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido y comencé a andar por el pasillo con los tacones en la mano. Estaba super cansada y en cuanto que me puse el pijama y me quité la pintura me quedé dormida.