Capítulo 3

29.06.2013 14:42

10 Septiembre, 16:00 p.m.

Ya habíamos comido y nos disponiamos a bajar a la plaza donde se encontraba la heladeria. Yo iba agarrada de la cintura con Pedro, uno de mis mejores amigos, mientras que nos picabamos con tonterias uno al otro.

-Que piernas mas bonitas tienes, Alba, me encantan- me dijo mientras sonreía.

-Sé que te vuelvo loco, pero estas cosas en privado, por favor – y le di un pellizco en su barriga mientras rompimos a carcajadas los dos.

Si alguien no nos conociera de nada, pensarían que entre él y yo hay algo mas que amistad pero llevamos toda la vida juntos y la complicidad que tenemos no lo había encontrado con nadie más, a excepción de Dario que llevaba también desde la infancia con él.

Llegamos a la heladería y nos sentamos en la terraza, como llegué de las últimas Paula y Elena me habían guardado un asiento entre ellas dos. Antonio estaba justamente enfrente mia y no paraba de mirarme, yo le sonreía aunque Elena se dió cuenta de que algo estaba pasando y me susurró al oido.

-¿Qué te traes entre manos con Antonio?

-Si yo te contase..

-Cuando fuisteis a hablar hablasteis de algo relacionado con el verano, ¿no?

-Si. ¿Te acuerdas que yo quise con él? Pues ahora es al revés.

Elena sorprendida miró descaradamente a Antonio y acto seguido le dí un pisotón en el pie para que dejara de mirarlo.

-Elena, podrias ser un poco menos descarada, ¿no crees?
-Si, si, perdona. Es que no se por qué pero sabía que esto iba a acabar pasando.

-Tú tan lista como siempre – y le di un beso en la mejilla con abrazo incluido.

-Tonta..¿Y que vas a hacer entonces con Antonio?

-Nada, dejar las cosas como están. Amigos y punto.

-Lo mejor que haces.

Le sonreí y le di gracias por hablar conmigo del tema y nos unimos a la conversación que estaban teniendo los demás.

Llegó el camarero y pedimos nuestras helados.

-Yo quiero una copa con tres bolas de chocolate, por favor.

-¿Eso para tí sola? - preguntó Dario con los ojos como platos.

-Si alguien quiere compartirlo conmigo.. pues..

-Venga, yo me apunto a compartirlo – dijo Paula.

-¡Vale!

El camarero terminó de apuntar lo que habían pedido los demás y se fue a la barra.

-Que guapo era el camarero, estaba buenisimo – comentó Claudia.

-Siempre piensas en lo mismo – contestó Aroa.

Aroa es otra de mis amigas, algo tímida con la gente que no conoce pero ya parecía que estaba siendo mas atrevida y la verdad que somos muy compatibles. Me encanta estar con ella y hay veces que con cualquier tontería que dice me hace reir muchísimo.

-Oye, callaros que viene el camarero.

-Alba, me da igual si se entera, es evidente que es un bombón y a mi no me importaría probarlo.

-¿Hola? Claudia , en serio, te hace falta ya desahogarte con alguien ¿eh? - dijo Paula mientras no podía parar de reir.

-Aquí teneis chicos. Vuestros helados.

-¡Gracias! - contestamos todos.

Pasó una hora y al fin nos fuimos. El día estaba siendo genial, uno de mis mejores cumpleaños, la verdad. Dimos una vuelta por la playa y nos dirigimos a nuestras casas. Nos esperaba una noche muy larga y yo aún no sabía que iba a ponerme.

-Hola, ya estoy en casa.

-Hola.

Él único que se encontraba en mi casa era mi hermano que al ver que yo había llegado me saludó y cerró la puerta de su habitación. Como siempre, nuestras conversaciones lo mas cortas posibles.. que rabía me da que todo sea así.

Cerré la puerta de mi habitación y me quité los zapatos. Dejé el bolso en la mesa y me tumbé en mi cama bocarriba. Mi cabeza no paraba de darle vueltas al tema de Antonio, sabía que iba a estar raro conmigo por todo lo que había pasado este verano y hoy pero yo no podía hacer nada, lo mejor era dejar pasar el tiempo.

De repente, escucho el aviso de un whatsapp.

-¿Nos pintamos en tu casa para esta noche? Me hace ilusión.

Era Elena, me encanta esa niña, me da muchisima vitalidad y las llamadas matutinas que tenemos casi todos los dias hacen que empiece el día con una sonrisa.

-¡Vale!

*Emoticono guiño*

Habiamos quedado a las 10 y media asi que aún tenia tiempo para escuchar música y relajarme. Encendí el ordenador, conecté los altavoces y puse “Emeli Sande Read All About It Part 3 Lyrics” Me encanta esa canción, es una de las que mas me ayudan a desconectar de todo.

A los 10 minutos, escuché la puerta de mi casa como se cerraba de un golpe, me levanté de mi cama y miré si había sido mi hermano.

-¿César?

Se hizo el silencio en la casa, mi hermano se había ido y ni siquiera me había dicho “adios”. Suspiré, agaché la cabeza y me fui a mi habitación. Necesitaba descansar, aún tenia una hora para dormir. Puse el despertador a las 9 y media y me acosté.